¿Quieres meditar y no sabes cómo hacerlo ni por dónde empezar?
Tranquila, no eres la única que se enfrenta a esto y por eso, te dejo esta pequeña guía para que te inicies en esta gran práctica.
Bueno, antes que nada, la meditación va mucho más allá de lo que te imaginas.
Meditar es tener la capacidad de conectarte con tu interior y hacer conciencia de tu cuerpo a través de la respiración y la concentración.
Cuando meditas, debes enfocar tu mente en algún objeto, color o sonido sin que nada perturbe ese pensamiento.
También te ayudará en la práctica del tarot, pues al tener una mejor capacidad de concentración, lograrás desarrollar mucho más rápido tu intuición.
Recuerda que si quieres aquí puedes Aprender a leer el tarot, guía básica.
La meditación tiene muchísimos beneficios para la salud.
Primero que nada, empezarás a tener mayor conciencia sobre tu cuerpo.
Estimula zonas del cerebro relacionadas a la felicidad, potencia tu cociente intelectual, desarrolla la inteligencia emocional, serás más empático, incrementa la capacidad de tu memoria, combate y alivia el estrés, ansiedad y hasta la depresión; y por si esto no fuera suficiente, también incrementa la salud física.
¡Increíble!, ¿no?
Aunque es una actividad muy sencilla, son pocas las personas que realmente se comprometen a hacerlo, porque para que puedas sentir los efectos de la meditación, debes practicarla TODOS los días.
Lo primero es designar un tiempo y espacio.
Así como tienes un horario para levantarte o comer, debes tenerlo para meditar.
Puede ser en cualquier hora y momento del día.
Encuentra un espacio libre de ruidos e interrupciones. Te recomiendo que, por al menos en ese tiempo apagar tu teléfono y aislarte de todo lo que pueda distraerte.
Este es un tiempo para ti.
La posición recomendada es la posición de loto (sentada con la espalda recta y las piernas cruzadas) pero puede ser la que tú quieras.
Lo importante es encontrar una en la que te sientas cómoda y puedas entrar en un estado de relajación.
Mi posición favorita es acostada, porque de esa forma puedo relajar mis hombros y espalda, lugares en donde siento que se concentra mi estrés.
Para meditar, la respiración es súper importante.
Respira hondo y calmado, siente como se llenan y vacían tus pulmones con cada inhalación y exhalación.
Mi ritual es sencillo.
Prendo algunas velas, mi infusor o un incienso. Solo para entrar en ambiente. Yo soy más de meditaciones guiadas, así que busco alguna en Youtube, me acuesto y sigo las indicaciones.
Hay meditaciones que duran horas pero, empieza con las más cortas. Para iniciar las de 3-5 minutos serán suficientes.
Con el tiempo y la práctica, podrás hacerlo por más tiempo.
El día tiene muchísimos minutos, dedícate unos minutos para meditar. Los beneficios ya los conoces y verás que tu cuerpo te lo va a agradecer.